miércoles, 15 de noviembre de 2023

Hablemos de... lo que significa conjuro

 

Por  Rafael Tejeda de Luna

 



Hace unos días, el jueves pasado, desayuné con unos amigos con los que suelo platicar de cultura general y convivir.

Uno de ellos menciono un chiste de un famoso cómico mexicano que falleció el 23 de enero de este año, el cual era conocido por su humor plagado de referencias sexuales, doble sentido, albures y lenguaje explícito popular, me refiero a Leonardo Roberto García Peláez, conocido como “Polo Polo”.[1]

En ese chiste se menciona un conjuro que dice así:

"Vampiro fronterizo por las noches volarás,

 a pesar de tus hechizos, 

mis nalgas no las tendrás."


La risa de todos llenó el espacio pero me quedé pensando si estaba equivocado el término conjuro, ya que en mi concepción dicha palabra se enfoca a una invocación más que a una protección.

Así que decidí ponerme a investigar un poquito  y encontré lo siguiente:

Según Wikipedia, conjuro "es una fórmula mágica con la que se pretende realizar diversos actos mágicos, principalmente el de hacer un hechizo, invocar una divinidad o una fuerza sobrenatural para pedir su intervención, o el de exorcizar o ahuyentar el mal [… siendo] populares las rimas y versos como conjuros."[2]

 

Esta concepción general, alertó mi curiosidad e hizo que tuviera que remover las cajas donde tengo guardo los libros especializados en esoterismo, de entre las ocho obras que encontré para darme luz sobre la materia, hubo una que me pareció abarcar el concepto más adecuado, y viene en el Diccionario de Términos Religiosos y Litúrgicos, el cual señala lo siguiente:

 


Conjuro “es la fórmula utilizada para recabar el auxilio de la divinidad o de algún poder oculto para lograr un fin determinado. Aunque es propio de antiguas religiones y de quienes practican la hechicería, también es sinónimo de exorcismo y el verbo «esconjurar» que no figura en el Diccionario de la Real Academia, se utiliza en algunos lugares para referirse a la práctica de un exorcismo menor, como sacramental, para prevenir las tormentas, teniendo incluso su reflejo en la arquitectura popular a través de los que en Aragón se conoce con esconjuraderos.”[3]

Este concepto, me da a entender para los creyentes en estos temas, que dicha palabra no sólo es una invocación para atraer a un ser del mundo metafísico, sino que también es una especie de protección e insecticida o repelente contra seres malignos.

Pensé ¿Qué hace que un conjuro tenga ese poder?

Y llegué a la conclusión que además de ser una cuestión de fe y de que el poder no viene de uno sino de Dios, las fórmulas mágicas de las palabras tienen la importancia, sacralidad y ritualidad que nosotros queremos darles, que va desde una visión maligna hasta una vida de santidad.

Esto nos puede llevar a la oración, que es la forma más común de hablar con Dios o con algún ser del mundo espiritual, lo cual se da en todas las religiones o creencias, desde la oración mental con actos de pensamiento y voluntad o la oración vocal, que es la más común y comunitaria.

Volviendo al tema y para cerrar, hay tantos y diversos tipos de conjuros como papelitos en una bolsa de confeti, desde los que conllevan un ritual estricto hasta los que son de amor, suerte, dinero o poder, y todos conllevan un acto de fe.

Por lo pronto, en unos días viajo a la frontera y he decidido aprenderme en español e inglés el conjuro que mi amigo me enseño, no vaya a ser la de malas y me encuentre con el vampiro fronterizo.



[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Polo_Polo

[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Conjuro

[3] Gracia Rivas, Manuel; Diccionario de Términos Religiosos y Litúrgicos; Centro de Estudios Borjanos Institución Fernando el Católico; Zaragoza, España, p.318.

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